HISTORIA DE LOS
REGISTROS CRIMINALES EN PANAMÁ.
Por: Profesor ALEJO PRADO, Perito en
Dactiloscopia y Criminalística de campo. laboró por más de 30 años en
criminalística IMELCF.
Historia de los Registros Criminales en Panamá.
Luego
de la independencia pacífica de Panamá de España en 1821; los españoles dejaron
un legado en la administración de justicia panameña. Habían creado un sistema
legal de registros criminales, basado en la justicia real de España. Los
españoles habían implementado leyes con la finalidad de ejercer el control
sobre los indígenas y regular el comportamiento de los colonos. Estos
acontecimientos históricos, influyeron posteriormente, en la forma de llevarse
a cabo los registros criminales en Panamá.
Muchos
han sido los acontecimientos que se desarrollaron a principios de nuestra época
republicana, iniciando en el año de 1903, cuando nos separamos de Colombia. Luego, en el año de 1904, el ejército
panameño, comandado por el entonces General Esteban Huertas, fue disuelto y
reemplazado por la llamada Policía nacional, según el decreto número 23 del 21
de marzo de 1904. sin embargo, la
persona designada para ocupar ese cargo, fue un asesor estadounidense, que le
delegaron funciones de Inspector General, es decir, que se ocuparía de la
mayoría de las decisiones procedimentales que se tomara en la Policía de ese
entonces.
Antecedentes
Históricos de los Registros Criminales de Panamá:
En
1909, el entonces presidente de la república de Panamá, José Domingo de
Obaldía, promulga el Decreto número 18 del 26 de enero de 1909, por el cual se
crea la Policía Secreta Nacional, adscrita a la presidencia de la república. En
ese entonces, la Policía Secreta contaba con apenas 15 funcionarios, con un
gabinete de identificación, reconocimiento fotográfico, retrato hablado y una
sección de dactiloscopia.
No fue hasta el año de 1913, mediante decreto ley número 48, que se dispone legalizar la Policía Secreta Nacional, pero no se le dio vigencia autónoma hasta el 15 de julio de 1941, cuando fue aprobada por el doctor Arias, mediante ley número 72 del 18 de junio de ese mismo año, en la cual la Policía Secreta Nacional, ya no formaría parte de la Policía Nacional, y funcionaría como una institución bajo la dirección inmediata y directa del Ministerio de Gobierno y Justicia. La Policía Secreta, como un organismo de seguridad e investigaciones, tenía las funciones para realizar contrainteligencia, con el objetivo de prevenir atentados en contra de la seguridad nacional y las instituciones del estado, utilizando la estructura que ya tenía, en cuanto a los departamentos de investigaciones y oficinas forenses.
En 1960, Panamá recibía presiones por parte del gobierno de los Estados Unidos, para que realizara cambios significativos en las instituciones de investigación. Es por ello que mediante decreto ley número 12, del 28 de mayo de 1960, se crea el Departamento Nacional de Investigaciones por su acrónimo (DENI), sin embargo, esta ley recibe algunas reformas, con decreto de gabinete número 75 del 21 de mayo de 1968, que la adscribe al Ministerio de Gobierno y Justicia, y según el artículo primero del acápite B, entre sus funciones, aparte de investigar los hechos delictivos, también debían realizar la vigilancia de las actividades de personas con tendencias extremistas, con el fin de evitar conspiraciones en contra del gobierno constitucional y el régimen democrático, es decir, además de sus otras funciones de investigación criminal, también realizaba tareas de vigilancia policial hacia personas contrarias al sistema político y que representaban un peligro contra el mismo. En ese sentido, el DENI dejó de ser una institución al servicio de las necesidades de un presidente y se convirtió en un pilar para el estado, adoptando tareas de la antigua Policía Secreta.
En
1983, se crea la ley 20 del 29 de septiembre de 1983, que regiría las Fuerzas
de defensas de Panamá, y en esta se establecía bajo mando y jurisdicción, que
el DENI formaría parte integral de las Fuerzas de Defensa de Panamá. Detrás de todos estos decretos de ley,
decretos de gabinetes, y transformaciones, que venía sufriendo esta institución
de agentes investigadores y peritos forenses, estaban los Estados Unidos. por
su cercanía de los controles de vigilancia y seguridad que le prestaban al
canal de Panamá, causaban mucha injerencia en las tomas de decisiones que
competían solo a nuestra república, la cual hasta ese entonces tenía control
absoluto de una parte del territorio nacional y la administración completa de
una infraestructura millonaria como lo era el canal. Tanta era la injerencia de
este país norteamericano, que muchos de sus agentes panameños, se convertirían
en fuentes de información para los servicios de inteligencia de los Estados
Unidos.
En
el año de 1991, luego de la invasión a Panamá, se promulga la ley 16 de 9 de
julio de 1991, y se crea la Policía Técnica Judicial PTJ. En ese entonces el
ministro de gobierno Ricardo Arias Calderón, buscó asesoría con la finalidad de capacitar
a los investigadores criminales y criminalistas forenses. Es por ello que acude
a varios Países, tales como: España, Costa Rica, Estados Unidos a través de
ICITAP, entre otros, para establecer los procedimientos de investigación criminal
y criminalística forenses, que se desarrollan en los países democráticos, y en
su mayoría era notable que no eran aplicados por las extintas fuerzas de
defensa. Esto trajo como resultado, que
todos los funcionarios investigadores y criminalistas de la nueva PTJ, fueran
capacitados por el (ICITAP) de los Estados Unidos, también recibieron
capacitaciones de paises como: Brasil, España y Costa Rica, entre otros, en
diversas disciplinas de la investigación Criminal y procedimientos de
criminalística forenses. obteniendo así,
un cúmulo de funcionarios con categoría de investigadores y peritos forenses, capaces
de actuar e investigar de manera técnica, científica y racional, ante cualquier
hecho delictivo. Luego, tras una reforma legal en diciembre del
año 2006, la PTJ, pasa a formar parte, y es incorporada a las filas del Ministerio
Público, bajo las órdenes del procurador general de la nación.
En
el año 2007, luego de una serie de escándalos de corrupción y malos manejos
administrativos, se deroga la ley 16 del 9 de julio de 1991 y se extingue la
Policía Técnica Judicial, para dar cabida a la promulgación de la ley 69, del
27 de diciembre de 2007, en donde todos los investigadores y administrativos de
la antigua PTJ, pasarían a formar parte de una nueva dirección conocida como; La
Dirección de Investigación Judicial DIJ, bajo el mando de la Policía Nacional.
Así mismo, todos los peritos y asistente de peritos y personal administrativo
del departamento de Criminalística de la antigua PTJ, pasarían a formar parte
del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses. En esta ley 69, en su
capítulo 2, trata sobre las disposiciones transitorias, y dispone en su artículo
21, lo siguiente: Se transfieren al Instituto de Medicina
Legal y Ciencias Forenses, los departamentos de criminalística y
laboratorios de ciencias forenses de la actual Policía Técnica Judicial, y se
les reconoce a los servidores públicos transferidos sus derechos adquiridos,
estabilidad en el cargo y continuidad en el servicio, para efecto de
vacaciones, licencias, sobresueldos, ascensos, jubilaciones y cualesquiera
otros beneficios que se deriven de su antigüedad en el cargo. Así
mismo, el artículo 24 de esa ley 69, Se les reconoce validez jurídica al momento
de su entrada en vigencia, a los dictámenes elaborados por profesionales,
peritos y técnicos criminalístico, incluyendo los médicos adscritos al
instituto de medicina legal y ciencias forenses. Respetándose así por ley,
todos los derechos adquiridos de los peritos y funcionarios transferidos y que,
a partir de ese momento, funcionan bajo la subdirección de Criminalística de
esa institución.
Inicios de los registros criminales en
Panamá:
Con la inauguración del canal
interoceánico de Panamá en 1914, los Estados Unidos, estaba comprometido en
salvaguardar la seguridad y defensa del canal en toda su extensión, incluyendo las
riberas, donde se construyeron sus oficinas administrativas, bases militares
cercanas a las esclusas de Miraflores y Pedro Miguel, bases militares en la
entrada atlántica y pacífica del canal, además de escuelas, hospitales, parques,
lugares de diversión y residenciales de sus empleados norteamericanos. Toda
esta extensión de tierra estaba delimitada con Panamá por una enorme cerca de
alambre Ciclón, la cual era controlada en todas sus entradas y salidas por
soldados estadounidenses, en lo que en ese entonces se conocía como la zona del
Canal. Como la llamada zona del canal se trataba de un lugar en donde ningún
panameño podía transitar libremente sin autorización del gobierno de los
estados unidos, esto trajo como consecuencias que en esa zona se aplicaran
leyes bajo las normas de los Estados Unidos y se juzgaran personas panameñas o
no panameñas con leyes y jueces estadounidenses. Esto obligaba a que las
autoridades estadounidenses, implementaran métodos de registros criminales,
para mantener identificadas a las personas que cometían delitos o faltas dentro
de la referida zona del canal. Es posible que existan registros criminales de
estos años (1914) o posiblemente antes, en donde se llevaron a cabo registros
de huellas dactilares, datos demográficos y fotografías de personas, que
cometieron delitos o faltas, que se dieron dentro de la zona del canal.
Si
bien es cierto, en el año de 1909, la Policía Secreta Nacional, crea un
gabinete de identificación, conformado por quince funcionarios, donde figuraba
un lugar para reconocimiento fotográfico, retrato hablado y una sección de
dactiloscopia. Hasta el momento no hemos encontrado ningún registro de huellas
dactilares que den referencia de estos años. Sin embargo, en los archivos de
registros criminales que reposan en la actual subdirección de criminalística
del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de la República de Panamá, encontramos
registros que datan del año 1918, en donde se reseñó a una persona, por un
delito de cómplice de hurto. Por los datos demográficos que presenta este
registro criminal, lo hemos tomado como referencia del primer registro criminal
tomado en la república de Panamá, bajo la justicia panameña, ya que la tarjeta
de huellas decadactilares muestra el registro identificado como número 1, lo
que nos hace suponer que se trata del primer registro criminal, tomado bajo las
leyes de la República de Panamá.
Primer
registro criminal manual en Panamá:
Según los datos obtenidos, nos indican que el primer registro criminal, que se tomó bajo las leyes de la República de Panamá, fue el día 20 de noviembre de 1918, en las instalaciones de la policía nacional de Panamá, Departamento de Investigaciones, en donde fue reseñado un joven identificado como Guillermo Fantellio, también conocido como Williams Fantellio o Luis Fantellio. Un santalusiano, con apenas 17 años de edad, de tez trigueña, cabeza mediana, cabello duro, cejas pobladas negras, ojos pardos, nariz regular perfilada, bigotes lampiños, boca pequeña, labios gruesos, barba larga afeitada, con una estatura de 5 pies siete pulgadas y media, dentadura completa, calza número 8, cara larga pequeña, habla inglés, francés y castellano, pero solo escribe inglés y castellano, hijo legítimo de Imanuel Fontellio y Estefanía Muché, residente en Santa Ana. Fue detenido por el delito de cómplice de Robo, ocurrido según los datos cartográficos de ese entonces en la casa número 20, de la calle 20 oeste del chorrillo, según el oficio número 852, del 19 de noviembre de 1918, consistente en 2 abanicos de cobre eléctricos, un abanico eléctrico de madera para salón, una lampara pata de araña con tres luces, una silla fina para piano, un banquito de madera china y otros artículos, hecho ocurrido el 18 de noviembre de 1918. La investigación señala, que las pesquisas en este caso fueron hechas por un detective de nombre Mauricio de León y la reseña criminal fue efectuada por otro detective de nombre Pablo Prado. A la edad de 20 años, este sujeto fue arrestado nuevamente y reseñado en los registros de la sección de detectivismo, del gabinete de identificación, el día 24 de julio de 1921, a las diez y treinta de la mañana, por un delito de hurto, consistente en dinero en efectivo. Esta información fue obtenida del registro de historial de la reseña criminal original del año 1921, hace más de 100 años.
Registros Biométricos criminales en Panamá.
Los
primeros registros biométricos criminales, obtenidos en la República de Panamá,
se dieron oficialmente en el año 2001. Una empresa estadounidense, conocida
como, Printrack International Inc, instala
en el departamento de Criminalística, de la sección de identificación Criminal
y Civil, en la antigua Policía Técnica Judicial de Ancón, el primer sistema de
registros biométricos de huellas dactilares conocido como AFIS, que por su
acrónimo en inglés significa, Sistema automático de Identificación de Huellas
Dactilares. Este sistema biométrico AFIS, es operado exclusivamente por peritos
de esa Sección. Solo los peritos en huellas dactilares, fueron capacitados para
el uso de este extraordinario sistema biométrico. Actualmente en la sección de
Identificación criminal y civil, hoy conocida como sección de Papiloscopía Forense,
reposan todos los registros criminales manuales decadactilares, comprendidos
desde la segunda década de nuestra época republicana, 1918. No tenía sentido
almacenar en la nueva base de datos AFIS, los registros criminales decadactilares
de las personas que ya habían fallecido o de los que no se consideraban
delincuentes activos por su avanzada edad. Es por eso que los administradores
del departamento de Criminalística en conjunto con los peritos de esa sección,
tomaron la decisión de incorporar solo los registros criminales decadactilares,
de las personas mayores de edad, que habían sido reseñadas a partir del año
1945. La decisión fue tomada porque las estadísticas de ese entonces, mostraban,
que las personas mayores de edad, que habían cometido delitos nuevamente y que
se consideraban delincuentes activos reincidentes, todos habían sido reseñados después
del año 1945. No se encontraron reseñas criminales de reincidentes de años
anteriores a esa fecha.
Primera
Identificación Biométrica Criminal en Panamá.
Después
de almacenar en la base de datos biométrica AFIS de Panamá, todos los registros
criminales de impresiones decadactilares que fueron tomados a tinta a partir
del año 1945 hasta el año 2001, se continuó con el almacenamiento de los
fragmentos de huellas latentes no identificados, provenientes de las diferentes
escenas del crimen; y que correspondían a casos anteriores, es decir, a partir
del año 1990 después de la invasión a Panamá. Los peritos sometieron a búsqueda los
fragmentos de huellas latentes no identificados aún. El sistema biométrico AFIS,
realizaba las búsquedas de comparación de estas huellas latentes desconocidas, con
los registros decadactilares almacenados en esa base de datos. Este a su vez
arrojaba varios resultados, los cuales eran analizados, comparados estudiados y
verificados, por los peritos, quienes tenían la responsabilidad y tarea de
definir si existía o no, una identificación.
Todo ocurre cuando, en agosto de 1999,
fue reseñada manualmente una persona mayor de edad, por encontrarse sindicada
en un delito contra la vida y libertad sexual. Este registro pasó a formar
parte de los que fueron almacenados en la nueva base de datos biométrica AFIS.
Posteriormente, en octubre del año 2000, se comete un homicidio por los
alrededores del estadio Juan Demóstenes Arosemena, avenida Frangipani, sector
de Cabo Verde, ciudad de Panamá. En esa escena del crimen, los peritos de
criminalística de campo, levantaron varios fragmentos de huellas latentes,
luego las enviaron a los laboratorios de identificación criminal para sus
análisis y comparaciones correspondientes, sin embargo, hasta ese momento no se
tenían resultados favorables a esa investigación ya que no se tenían
sospechosos en ese caso.
Como
ya se había iniciado en el AFIS, el almacenamiento y búsqueda de los fragmentos
de huellas latentes que no habían sido identificado a partir del año 1990, se
procede con los registros de almacenamiento y búsqueda. Esto trajo como consecuencia, que el 27 de
abril del año 2002, se diera la primera identificación biométrica criminal de
huellas dactilares en la República de Panamá.
Según
los hechos investigados, cada perito tenía la responsabilidad de almacenar y
buscar en la nueva base de datos AFIS, los fragmentos de huellas pendientes, no
identificados que les fueron asignados. Fue entonces que uno de los peritos, ingresa
como de costumbre, en la base de datos biométrica AFIS, las huellas latentes
del caso de homicidio que mencionamos anteriormente (Ocurrido en los predios
del estadio Juan Demóstenes Arosemena, Ciudad de Panamá). El sistema Biométrico
de huellas dactilares generó automáticamente de la base de datos, un listado de
huellas de registros de imágenes dactilares, de posibles candidatos, de dedos
de las personas que pudieran asemejarse con el patrón dactilar de huella
latente sometido a búsqueda.
La identificación se produjo después de las
cinco de la tarde, cuando la mayoría de los peritos se habían retirado. Uno de
ellos, decidió quedarse como de costumbre, para dar la milla extra de sus
labores diarias y que además era el supervisor pericial encargado de ese
sistema biométrico. Decide realizar los cotejos de la búsqueda arrojados por el
sistema AFIS, dando como resultado la identificación de tres fragmentos de
huellas latentes que no habían sido identificados hasta ese momento. Según la
información recabada, resulta que los tres fragmentos de huellas fueron identificados
con los dedos Dígito medio izquierdo, dígito índice derecho y el dígito anular
derecho, de la persona que había sido reseñada para el año 1999, como lo
mencionamos anteriormente. Posteriormente se hicieron las coordinaciones
correspondientes con las autoridades del caso, para poner en conocimiento de
los procedimientos realizados con esta nueva herramienta del sistema biométrico
AFIS. De esta manera se puso a prueba la efectividad de este sistema AFIS,
superando todas las expectativas, ya que posteriormente se siguieron dando
identificaciones de huellas latentes con más frecuencia.
Debido
a que este sistema AFIS de la empresa Printrack International Inc, no contaba con un presupuesto anual, que
debiera ser asignado para su mantenimiento por parte de la PTJ, todos los años
presentaba problemas de mantenimiento, hasta llegar al colapso total en el año
2008. De esta manera, se produce un desfase de registros biométricos de dos
años aproximadamente. luego en el año
2010, se adquiere otro sistema AFIS, de una empresa argentina conocida como Ex-Cle
CyclopsAfis, obtenida por el Ministerio de Gobierno y compartida con el
Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Este nuevo sistema AFIS de
Excle, tenía varias particularidades. Además de mantener una base de datos
criminal y hacer búsquedas dactilares y latentes, también almacenaba registros
desde las oficinas de migración y realizaba búsquedas decadactilares, hacía
verificaciones remotas desde algunos centros penales y estamentos policiales
como la DIJ, además realizaba búsquedas solo para efecto de identificación de
identidad en la base de datos civil del tribunal electoral. En el año
2014, el ministerio de Seguridad, recibe una donación de un sistema CAFIS, por
parte de la Embajada de los Estados Unidos y el FBI, de una empresa
estadounidense, que se conoce como COGENT a 3M Company, Sin embargo
todos los equipos y licencias de este sistema de búsqueda decadactilar, latente
y registros fueron donados al Instituto
de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en donde hasta el año 2022, dejó de
funcionar nuevamente por falta de mantenimiento, ahora por responsabilidad
compartida entre el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses y el
Ministerio de Seguridad. Parte de este sistema se encuentra, en las hoy
conocidas instalaciones de la DIJ de Ancón, sin embargo, está bajo la dirección
del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en la Subdirección de
Criminalística, Sección de Papiloscopía Forense. La otra parte de los equipos
se encuentran en el Ministerio de Seguridad. Lastimosamente hasta el mes de mayo de 2025, no está funcionando este sistema biométrico, teniendo que
recurrir a las técnicas y procedimientos que se utilizaban antes de contar con
un sistema biométrico, en el cual se utilizaba el modus operandi o
comparaciones directas contra personas sospechosas que arrojara la
investigación. Ademas se ha tenido que retomar nuevamente, el antiguo metodo de clasificación decadactilar de Edward Richard Herry, para fortalecer y actualizar la base de datos manual. Una labor dura, ya que hace muchos años atras, se dejo de hacer esta practica de clasificacion decadadctilar y se requiere de un personal extra, para desarrollar esta actividad, como por ejemplo estudiantes universitarios que realicen su practica profecional. Esperamos que esta cronología de los registros criminales que se
llevaron a cabo en la república de Panamá, les sirva como antecedentes históricos,
que ustedes puedan difundir y darle a conocer a muchas personas, tanto
nacionales como extranjeros, de los cueles estamos seguros que les interesará
mucho mas a cerca de los registros criminales de la República de Panamá.
Si llegaste hasta aquí, agradezco tus comentarios, esto nos ayuda a seguir aportando nuestros conocimientos.
Gracias por visitar nuestra pagina